El cultivo en suspensión del mejillon en aguas costeras expuestas (offshore)

EN AGUAS COSTERAS EXPUESTAS (OFFSHORE)
Por: Amaya Rodríguez Blanco. Lic. Ciencias del Mar
(Publicado en las revistas Ingeniería Naval, Ruta Pesquera e IPAC Acuicultura)

INTRODUCCIÓN


Con una cosecha superior a 1.3 millones de toneladas en el año 2000, la miticultura es una actividad realizada por más de cuarenta países en todo el planeta. El principal cultivador de mejillón es China (desde hace más de dos mil años, aunque el cultivo industrial no comenzó hasta 1975), con una producción que ese año superó las 500.000 toneladas, seguido de España con más de 250.000 toneladas (en su mayoría producidas en Galicia), e Italia, Nueva Zelanda, Francia y Holanda, superando todos ellos las 60.000 toneladas. Los incrementos más espectaculares en la producción de este molusco se han dado en Chile. Canadá y Nueva Zelanda.

Los principales métodos de cultivo del mejillón son tres: en estacas, sobre el fondo y en suspensión, éste último tanto en estructuras fijas como flotantes. El cultivo en sistemas en suspensión (emparrillado, batea, long – line) presenta ventajas sobre el resto, pues obtiene un rendimiento por área superior al cultivo en fondo ya que el crecimiento del molusco es más rápido que el logrado en el cultivo en estacas debido a que el mejillón permanece más tiempo sumergido, no está tan expuesto a los predadores y existen más zonas potenciales de cultivo.

La producción media por batea se ha estimado en unas 75 toneladas, con un rango que oscila entre las 60 y 84 toneladas/año en función de la zona de cultivo. Desde los años 70, la tecnología del cultivo ha sufrido mejoras sustanciales, y se ha incrementado la superficie media de las bateas de los 300 m2 a los 500m2.

Se da un importante comercio internacional de este producto, tanto en su forma fresca, como congelada o en conserva.

Los dos grandes tipos principales de producción son:
1.- Sobre fondo, bien sea en bancos naturales o cultivados
2.- Suspendido, de bateas, long-lines o estacas. Aunque no es el objeto de este artículo, mencionaremos que en varias ubicaciones del mundo, el mejillón se cultiva y/o cosecha sobre el fondo marino, tanto en ubicaciones protegidas como en aguas expuestas. Esta forma de cultivo requiere una labor menos intensiva que los cultivos suspendidos, pero los mejillones son más susceptibles de ser depredados y la cosecha es menos previsible.  En la zona de Wexford, Irlanda, se cosecha el mejillón en bancos naturales en aguas abiertas, por medio de barcos especializados capaces de trabajar en esas condiciones, de un tamaño importante. Acaban de botar un buque de 45 m de eslora para la recolección de mejillón de fondo, el “Wings of Morning” con un costo de 3,8 MM €.


Nos centraremos en este artículo en los cultivos suspendidos, los de mayor expansión en el mundo y sobre los que se está investigando más para su ubicación en aguas costeras no protegidas (Offshore).

EL CULTIVO DEL MEJILLÓN EN SUSPENSIÓN
El cultivo tradicional en bateas o long-lines comienza con la obtención de la mejilla o cría, que puede realizarse por medio de cuerdas colectoras aprovechando el desove del mejillón, hecho que ocurre a  partir del mes de marzo hasta julio; o a partir de diciembre, recogiendo la mejilla directamente del medio natural, es decir, arrancándola de las rocas y transportándola a la batea para su  posterior encordado. El encordado es una operación que consiste en adosar una cierta cantidad de mejillas alrededor de la cuerda con la ayuda de una red fina de algodón, que tiene por misión sostenerlas pegadas a la cuerda, hasta que logren adherirse por ellas mismas. Estas cuerdas con las crías se sumergen en el mar pendiendo de la plataforma o long-line. La red se deshace a los pocos días. Pasado un período de 4 a 6 meses es necesario hacer un desdoblamiento de las cuerdas, ya que éstas multiplicaron por 10 su peso. Esto consiste en izar las cuerdas desprendiendo y seleccionando el mejillón, tras lo que se vuelve encordar, obteniendo entre 2 o 3 cuerdas por cada una de las primeras. El crecimiento de los bivalvos en el medio natural depende de la cantidad y calidad del alimento disponible, junto con otros factores entre los que destaca la temperatura. El crecimiento es el resultado  de la suma de varios procesos fisiológicos como filtración, ingestión, absorción y asimilación de nutrientes. Después del desdoble el mejillón queda entonces listo para su desarrollo hasta el momento de la recolección, cuando alcanza el tamaño comercial de 7 – 10 cm. Durante el tiempo que dura el cultivo se llevan a cabo análisis de presencia de coliformes y bacterias patógenas para el hombre, con la finalidad de asegurar un producto libre de patógenos y viable de ser comercializado.

PROBLEMA: LAS MAREAS ROJAS
Aunque los blooms fitoplanctónicos son fenómenos naturales, en los últimos años se han visto incrementados debido a las actividades humanas como la agricultura y acuicultura, que incrementan las concentraciones de nutrientes en el agua.

Es de esperar que la incidencia e intensidad de mareas rojas sea mayor en zonas interiores, más protegidas, donde se dan situaciones transitorias de estratificación y confinamiento del agua que permiten que se acumulen abundancias muy altas de las especies implicadas. Las mareas rojas no son dañinas en sí, sino que se convierten en un peligro cuando aparecen las especies portadoras de toxinas paralizantes, diarreicas y amnésicas, que variarán según las regiones.

De modo que los organismos filtradores como los mejillones, ostras, vierias, las acumulan en su interior convirtiéndose en un veneno para los humanos. Deben adoptarse medidas preventivas para mitigar los efectos de dichas mareas rojas.

Hay que tener en cuenta que el número absoluto de células de una determinada especie no es lo decisivo. La toxicidad por célula es variable y la asimilación por el mejillón también. Si la concentración relativa de una especie tóxica respecto a una no tóxica es alta, el mejillón acumulará toxina aunque la concentración absoluta de la especie sea baja. Es como si la toxina se “diluyera” entre la comida no tóxica.

Toxina paralizante (PSP).
El mecanismo de acción de estas toxinas consiste en el bloqueo selectivo de los canales de sodio de las membranas celulares, lo que impide el flujo necesario de iones sodio para generar el potencial de acción de membrana.  Como consecuencia de esto, se produce desde un ligero adormecimiento en la región peribucal, mareos, dificultad de movimientos, hasta una parálisis total e incluso una muerte por insuficiencia respiratoria en los casos más graves. Como medidas preventivas, pueden regularse las aguas de lastre de los barcos que pueden transportar cistes de unas regiones a otras, controlar las partidas de marisco/moluscos y evitar el uso de materiales potencialmente contaminados como las cuerdas de mejillón (medidas válidas para otro tipo de fitoplancton tóxico).


Toxina diarreica (DSP
) es el ácido okadaico, que actúa como un potente inhibidor de las proteínas fosfatasas, provovando escalofríos, dolor abdominal difuso, náuseas, vómitos, diarrea abundante, deshidratación. Esta sintomatología es de intensidad moderada.

Toxina amnésica (ASP) es el ácido domoico, y afecta al sistema nervioso. Causa problemas gastrointestinales, neurológicos, pérdida de memoria de corto tiempo, y en los casos de intoxicación más grave produce la muerte.

PROBLEMÁTICA DE DESARROLLO

Debido al importante comercio que genera este producto y la creciente demanda mundial, es necesario incrementar los cultivos de este bivalvo. Sin embargo, hoy por hoy, la mayoría de las producciones se encuentran confinadas en aguas interiores o protegidas (inshore), lo que limita la expansión de los cultivos, por lo que ha sido necesaria la búsqueda de alternativas para cultivo en aguas expuestas (offshore), donde la innovación tecnológica en este campo está abriéndose camino.Dado que las condiciones del  cultivo inshore  / offshore son diferentes, a continuación se detallan las ventajas e inconvenientes de las mismas.

INSHORE vs.OFFSHORE


Ventajas inshore:

– Las zonas inshore son más protegidas, lo que hace que el trabajo en la mar sea menos peligroso.
– El desprendimiento de mejillón es menor que en las situaciones más expuestas.
– Las inversiones requeridas en los barcos de trabajo pueden ser menores ya que están expuestos a menores corrientes y alturas de ola, en general.
– En algunas zonas, como en las Rías Gallegas, se produce un fenómeno conocido como afloramiento que inyecta nutrientes y agua fría, favoreciendo el  crecimiento del fitoplancton que sirve como alimento a las especies filtradoras.

Inconvenientes inshore:
– Existe una limitación del espacio. En algunas regiones se ha llegado a una situación de colapso en la que ya no se pueden colocar más unidades productivas.
– Esta actividad compite con otros usos y actividades como son la pesca tradicional y la navegación deportiva.
– Hay que dejar canales de acceso hacia los puertos para los grandes barcos, que no interfieran con las estructuras del cultivo.
– Los pellets producidos por los mejillones tienen una menor dispersión en aguas interiores, debido a la mayor estabilidad de la columna de agua y, por tratarse generalmente de aguas someras, se depositan con mayor rapidez sobre el fondo, tapizándolo de fango orgánico que en su descomposición consume grandes cantidades de oxígeno, pudiendo formarse zonas anóxicas que no son habitables para otras especies. Además hay otros organismos filtradores que no toleran concentraciones de sólidos en suspensión demasiados altos, ya que colapsarían sus sistemas filtradores.
– La incidencia e intensidad de mareas rojas puede ser mayor, al darse situaciones transitorias de estratificación y confinamiento del agua que permiten que se acumulen abundancias muy altas de las especies implicadas.
–  Pueden darse episodios de contaminación por la actividad humana en las zonas costeras aledañas.


Ventajas offshore:
– En las regiones offshore hay una mezcla más intensa a lo largo de la columna de agua, por lo que las condiciones de concentración de oxígeno son en general más altas y las aguas están más limpias.
– La concentración de contaminantes, pesticidas, etc.,  puede considerarse que es prácticamente inexistente.
– La influencia de la salinidad y temperatura en estas zonas es muy similar a las regiones próximas a tierra.
– Los pellets producidos por los mejillones tendrán una mayor dispersión en aguas oceánicas, serán transportados grandes distancias mientras van sedimentando hacia el fondo.
– Fuera de las zonas costeras protegidas, la eutrofización (enriquecimiento de nutrientes a causa de las actividades humanas) es menor. Por tanto, es previsible que las posibilidades de que ocurra  una proliferación de fitoplancton sea menor.

Inconvenientes offshore
– Las condiciones hidrodinámicas son más severas y por lo tanto se requieren especies capaces de tolerar continuas olas, corrientes intensas y periodos tormentosos.
– Estos cultivos offshore pueden influir en las rutas migratorias de especies protegidas.
– Las inversiones que se realizan en la construcción de barcos y estructuras (de cultivo, de fondeo, anclas) serán mayores, ya  que tienen que ser más resistentes para soportar las condiciones que se van a dar.      
– Las actividades que se realicen entrañan mayor riesgo para el trabajador.
– El cultivo offshore aún es muy reciente y hay incertidumbre biológica en algunos temas como la expansión de las larvas, el crecimiento, las interacciones con otras especies y la adaptación a este medio.
– También hay que tener en cuenta que las condiciones son más severas y van a limitar el número de días laborables y los periodos de accesibilidad.
– La intensa turbulencia puede reducir la tasa de crecimiento del fitoplancton, debido a que este realiza movimientos de ascenso / descenso en una capa de mezcla mayor que la que hay en el interior de la ría.
– Al haber mayores corrientes/oleaje, la tasa de desprendimiento del mejillón es mayor. Además la dispersión de semillas en alta mar también es mayor.
– Las aguas exteriores, en el caso de España, son competencia de la Administración Estatal, por lo que la tramitación de concesiones puede ser más compleja.

ALTERNATIVAS PARA AGUAS ABIERTAS (OFFSHORE)


Desde hace un tiempo, se están estudiando las posibilidades del cultivo suspendido del mejillón offshore.  Los sitemas que se han estado estudiando y desarrollando pueden agruparse en dos grandes grupos: Bateas y Long-Lines. Veamos:

Bateas

En la Península Ibérica se experimentó llevando las bateas tradicionales a aguas abiertas (Costa Norte de Portugal) con notables dificultades, si bien el crecimiento del mejillón era muy bueno.  Las bateas son unas estructuras rígidas y sufrían mucho con el oleaje que se da en esta zona, provocando en un alto porcentaje la rotura de las cuerdas a medida que estas iban ganando peso con el crecimiento del mejillón, y un deterioro en la propia batea debido a las tensiones a las que está sometida. Además de entrañar un riesgo considerable para los operarios a la hora de realizar las labores de limpieza y cosecha, por la necesidad de trabajar sobre la estructura.
Las bateas sumergibles, concebidas y realizadas por una empresa gallega, están realizadas en acero naval, y pueden sumergirse con facilidad a tres o cuatro metros de profundidad para minimizar el efecto del fuerte oleaje y las tormentas, así cómo los peligros inmediatos a la navegación de embarcaciones menores. En estos momento se está probando una unidad experimental en aguas de la Ría de Arosa. La inmersión se realiza gracias a la expulsión de aire acumulado en dos depósitos.


Otra empresa, también gallega, ha desarrollado una variante de batea flexible, en base a círculos concéntricos de polietileno de los que cuelgan las cuerdas. Un prototipo está también en experimentación en aguas de la Ría de Muros y tienen planes para instalar otra en aguas andaluzas.


Adicionalmente se ha desarrollado en Galicia una batea realizada íntegramente en vigas de polietileno. También se encuentra en fase experimental en Combarro.
Igualmente se ha desarrollado una batea modular en materiales reciclados, también en experimentación en la Ría de Aldán (Galicia)



Long-Lines

Un método bastante extendido que se lleva a cabo en varios países, incluido España, es el basado en long – lines. Este método consiste en un cabo horizontal fijado al fondo por unos pesos y que se mantiene a flote mediante unos flotadores. Del cabo horizontal cuelgan las cuerdas, en las cuales se encuentra la especie objetivo de cultivo. Dependiendo de la profundidad a la que se encuentre este sistema puede ser un long – line flotante, sub – superficial o de fondo. En este sistema la tripulación permanece siempre a bordo del barco, durante todas las labores de cultivo y cosecha.

En aguas offshore, este método también presenta algunas dificultades, ya que las cuerdas se enredan  con facilidad y se producen numerosas roturas. Para solucionar esto, se diseñó un nuevo sistema en el que las cuerdas cuelgan del cabo horizontal por sus dos extremos, formando una U. La Universidad de New Hampshire realizó una experiencia con este método en aguas abiertas del Golfo de Maine, experimentando con alturas de ola de hasta 9 m durante tormentas severas. Los long – lines medían 120 m de largo y estaban sumergidos  de 10 a 15 m bajo la superficie


Los resultados obtenidos dieron una idea del fuerte potencial que tendrían este tipo de cultivos, ya que el tiempo que tardaba el mejillón en alcanzar el tamaño comercial era menor que en el caso del crecimiento natural, si bien el método de cultivo había que mejorarlo.

Aún así las labores de limpieza, extracción y mantenimiento del long-line son relativamente complicadas, por lo que, aunque más adecuada que las bateas tradicionales, no se puede considerar como la opción más óptima para el cultivo en aguas offshore. Otro inconveniente de este método es el difícil manejo, ya que hay que regular constantemente la flotabilidad del sistema a medida que las cuerdas van ganando peso, para lo que se requiere bastante mano de obra y tiempo de dedicación.

En Escocia han desarrollado un sistema que consiste en un long -line con cuerdas en escalera. Los flotadores están reforzados, haciendo que la estructura sea robusta y resista mejor las inclemencias del tiempo. Además de esta forma se consigue soportar mejor el peso del mejillón a medida que éste crece. Con la distribución en escalera se consigue que haya más mejillones entre los flotadores. Estos tienen colores oscuros para que el impacto visual sea el menor posible.

Para la recolección se emplea una máquina especialmente diseñada que mejora notablemente la eficiencia de este proceso ya que se mecaniza totalmente.  De todas formas este sistema sólo se ha probado realmente válido para aguas inshore, por la complejidad y tamaño de la máquina recolectora.

El sistema SMARTFARM
La empresa noruega SmartFarm AS, ha diseñado y desarrollado un sistema especial de long – lines a base de SmartLines, que consiste en tubos de PE para la flotabilidad, con redes colectoras de mejillones que cuelgan a lo largo de los tubos, en lugar de cuerdas. El sistema es ampliamente usado en Noruega, donde se cuenta con más de 600 SmartLines en producción.


La red es asegurada al tubo con cuerdas UV-resistentes. Las redes colectoras están permanentemente sumergidas; el cultivo y la cosecha se hacen íntegramente bajo el agua sin desmontar o volver a montar la red colectora o tener que regular la flotabilidad. Este sistema es fácil de montar y transportar, además de soportar fuertes olas y corrientes en sitios abiertos, como las costas Irlandesas, donde ha probado no sufrir daños y producirse un mínimo desprendimiento. Este sistema se complementa con la utilización de una máquina de cepillos que realiza las funciones de controlar la densidad del cultivo, limpieza de depredadores, maneja cuidadosamente los mejillones, cosecha y limpia totalmente la red colectora. Esta máquina se puede incorporar en el diseño del barco, situándola entre los dos cascos de un catamarán. La eficiencia de este método es muy alta permitiendo tasas de recogida muy superiores a las de los demás sistemas.

Por todo esto, parece que el método a base de SmartLines hoy por hoy es la solución más adecuada para cultivos suspendidos en aguas expuestas o incluso en aguas protegidas, por lo que realizaremos un estudio más detallado de sus ventajas y desventajas:


Ventajas genéricas del SmartFarm

El barco empleado para las labores de limpieza y recogida que se recomienda es de tipo catamarán, que al poseer dos motores facilita las maniobras. Además estas labores pueden llegar a realizarse con tan sólo dos personas a bordo, por lo que se abaratan de forma importante los costes.
La multi-máquina se puede incorporar entre los dos cascos, simplificando aún más las tareas e incrementando la seguridad.
En ningún momento es necesario sacar el sistema fuera del agua hasta la cosecha, provocando menos estrés en el mejillón.
El impacto visual de los SmartLines es menor que el de las bateas tradicionales, ya que sólo sobresale ligeramente del agua el tubo que otorga la flotabilidad. Es también menor que el de los flotadores de los long-lines, por tener menor volumen. Por todo esto, se convierte en una óptima solución a la hora de compaginar cultivos de mejillón con zonas de importante interés y valor  turístico.
El sistema se basa en la fijación natural de la mejilla o en larvas producidas en “hatchery”, de modo que es un sistema más respetuoso con el ecosistema, puesto que en las labores tradicionales de obtención de la mejilla, además de ésta también se elimina la biota acompañante que crece sobre las rocas.Esto hace posible que se pueda cultivar el mejillón en regiones donde la extracción de la mejilla está prohibido. Además se eliminan los costes de esta operación.
La altura de la red es de 2 a 3 m, según los casos, situando el cultivo a una profundidad óptima para el crecimiento del mejillón y captación de larva.
La propia forma de la red hace que ésta no sufra tantas deformaciones como las cuerdas tradicionales, lo que favorece el menor desprendimiento del mejillón.
Ofrece mayor seguridad a los trabajadores en este tipo de cultivos que el caso de las bateas de cualquier tipo de las existentes o en experimentación, ya que no tienen que abandonar el barco en ningún momento.
Es de operación mucho más simple que los long-lines en cualquiera de sus variantes.
Las labores de limpieza y cosecha son altamente eficientes, pudiendo limpiarse el equivalente a diez bateas tradicionales en una jornada de trabajo o cosecharse 15  toneladas de mejillón por hora.
Los SmartLines ofrecen mayor seguridad intrínseca para la navegación que las bateas tradicionales de Galicia por su muy inferior tamaño, geometría y materiales.


SMARTFARM  vs. BATEAS

Es un sistema que puede emplearse en aguas abiertas, mientras que las bateas tradicionales presentaron serios inconvenientes, al no resistir las condiciones de oleaje y corrientes. Puede sustituirlas eficazmente en aguas protegidas.
Se trata de un sistema más seguro para el trabajador ya que en ningún momento tiene que abandonar el barco.
Es un método más eficiente, totalmente mecanizado, por lo que se reduce el tiempo de las labores.
El impacto visual que producen es menor que las bateas de superficie.
El desprendimiento de mejillón es mucho menor y no se dan roturas por esfuerzos dinámicos del oleaje sobre las cuerdas cargadas de mejillón, como en el caso de las bateas.
La longitud de la red es de 2 – 2.5 m, por tanto el cultivo se sitúa en la zona óptima para el desarrollo del mejillón. En el caso de las bateas, donde las cuerdas tienen una longitud máxima de 12 m. en Galicia, el crecimiento en la parte inferior es menor que en la superior, ya que la cantidad de alimento, luz, y la concentración de oxígeno disminuyen con la profundidad.
El costo del sistema es comparable a las bateas tradicionales de interior de Ría y sensiblemente menor que el de las bateas especiales que se están experimentando para aguas abiertas.
Las necesidades de fondeo son muy inferiores, pudiendo utilizarse pesos o anclas relativamente ligeros y cabos de amarre, en lugar de las pesadas, caras y poco flexibles cadenas.
Permite situar la granja en aguas someras, si es necesario, debido al pequeño calado de la red.


SMARTFARM  vs. LONG – LINES
El catamarán, con la Multi-máquina incorporada entre los cascos, realiza las labores de limpieza, desdoble y recolección con total seguridad y eficacia; no es necesario sacar el sistema en ningún momento del agua, y por tanto operatividad es muy superior. En el caso del long – line, estas labores se realizan por un costado del barco, con la dificultad que ello entraña para poner las cuerdas a bordo cuando el barco se mueve.
Aunque el sistema de cultivo se mueva a causa de las corrientes, esto no influye en el trabajo, ya que el catamarán se mueve siguiendo los tubos, por encima de ellos. Esto es mucho más complicado en el caso del long – line, que obliga a un constante posicionamiento lateral del barco.
En los barcos actuales para trabajo con long-lines se están utilizando dos grúas hidráulicas a bordo para la realización de las labores. En el sistema con SmartLines y la Multi-máquina situada entre los cascos de un catamarán, no es necesaria una grúa hidráulica, salvo que se quiera instalar para la descarga de los sacos del mejillón cosechado o para otras labores.
La red sufre menos el efecto de las corrientes y del oleaje, por lo que la tasa de desprendimiento también es menor. Con el long – line en aguas abiertas existe mayor riesgo de que las cuerdas se enreden e incluso se rompan, aún con la disposición en U, así como resulta complicado el control de la flotabilidad.
Permite situar la granja en aguas someras, si es necesario, debido al pequeño calado de la red.

Posibles desventajas genéricas del SmartFarm
Puede haber un problema de mentalidad, ya que el cultivo del mejillón en bateas o long-lines es una actividad tradicional, muy asentada en las poblaciones costeras y éstas son muy reticentes ante posibles cambios.
Se requiere fijación natural de la mejilla en aguas abiertas, por lo que el sistema se supedita a zonas donde las larvas estén presentes en las capas superficiales, o bien a la instalación de una “hatchery”. Esto no es una desventaja comparativa con los demás sistemas en aquellas localizaciones donde no se permita extraer la mejilla de las rocas, ya que afecta a todos los sistemas por igual.

Soluciones del SmartFarm a las posibles desventajas
Una acción decidida de los Productores que requieran más rentabilidad y seguridad, sus Asociaciones e incluso las Administraciones locales,  impulsará sin duda en nuestro país este nuevo sistema, como ya viene ocurriendo en Noruega, Escocia, Irlanda y Alemania.
En el caso de que la cantidad de larvas en la ubicación pretendida no sea la óptima, se pueden ubicar las líneas en zonas de alta captación y después remolcarlas hasta los lugares de engorde. También se puede ubicar una “hatchery” en tierra, obteniendo así larva de mejilón en condiciones controladas, para su siembra sobre las redes colectoras en el momento que se requiera para garantizar la producción en una fecha específica. Este último sistema, ya probado en los EEUU para cuerdas colectoras,  es posiblemente el que mejor resultados aporte y posiblemente una solución que se generalizará en el futuro.

Leave a comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

8 thoughts on “El cultivo en suspensión del mejillon en aguas costeras expuestas (offshore)”